El comienzo

Voy a copiar algo que anoté en una libreta hace un montón de tiempo. No sé por qué no apunté el nombre del autor pero creo que es Carlos G.Vallés:

"Tener un objetivo te ayuda a escalar cumbres. No tenerlo ayuda a disfrutar del camino. Ambas cosas son buenas y cada  una tiene su hora. Pasarse la vida escalando cumbres acaba con la vida. Andar siempre en la llanura agota la perspectiva. La sabia mezclade las dos actividades es el difícil arte de la vida".

Lo que yo entiendo es que si bien es importante tener un punto al que dirigirse porque si no, daríamos vueltas, no es menos importante el camino que tomamos, los pasos que damos, las decisiones que nos hacen quemar puentes sin vuelta atrás.

Pero lo que más me interesa ahora mismo ya no es caminar o no caminar o hacia dónde sino qué tengo en mi mochila. Tentarse la ropa y mirar si me he preparado para ir a la vuelta de la esquina o para hacer el Camino de Santiago (uno de mis sueños). Si he cogido agua y provisiones o sólo el bolso de mano.

Me refiero a si me conozco lo suficiente o me autoengaño. Si yo soy lo que pone mi curriculum o soy algo más. Si soy lo que tengo ahora o la suma de todo lo que creo ser. ¿Y si yo me creo lo que no soy?, ¿cómo me ven los demás?.

Es una cuestíón dificil y muy peligrosa, no sólo por las sorpresas que pueda proporcionarme sino porque puede dejarme atascada en un contínuo bucle de autointrospección.

Hace poco encontré una página en la que se analizaban nada menos que 34 aspectos de la personalida a considerar. Habrá quien piense que serán muchos, para mi, sólo hablan de habilidades laborales.  Y eso aunque importante, no deja de ser una parte de la vida. Hay más. Mucho más. El problema es cómo manejarlo todo.

Me voy a convertir en exploradora de mí misma y de mi mundo.