miércoles, 1 de febrero de 2012

Tres meses

Hace tres meses de mi último post, no sé cómo sigue esto en pie.
Bueno. Estoy viendo una película que se llama "Historia de una monja". Es un caso de vocación doble: religiosa y de ayuda médica a los demás.
Algo que me gusta mucho. Sobre todo lo de ayudar a los demás. La rigidez de las normas no me parece buena pero supongo que las normas cohesionan una organización.
Supongo que si no necesitara trabajar podría dedicarme al voluntariado.
Con ancianos, creo que se me daría bien. O en tareas de logística y administración.
Igual empiezo a encontrar mi vocación, de una vez

viernes, 21 de octubre de 2011

Otro punto de vista

Voy a copiar lo que he leido en un libro de coaching que es la nueva y mejor forma que tienen ahora los libros de autoayuda.

El libro se llama "Coaching para el éxito: conviérte en el entrenador de tu vida personal y profesional", es norteamericano hasta la médula pero tiene alguna que otra idea interesante.

El párrafo que quiero copiar dice así:

"Es imposible seguir el fluir de la vida maniatado por una lista de objetivos a cumplir . Los verdaderos vendrán a ti si tú lo permites. Eso es lo importante: deja que las cosas vengan a ti con naturalidad. Deja de forzar, empujar, presionar, luchar, trabajar y desesperarte para conseguir lo que deseas. Basta. La mejor manera de atraer el éxito es dejar de perseguirlo. Relájate y haz lo que te apetezca durante un cierto tiempo y comprueba los resultados"

Esto se parece bastante a algo que me dijo mi hermana, al principio de escribir el blog. Pero hacer lo que me apetece y sólo lo que me apetece es un poco falso. Siempre habrá obligaciones. De todas maneras la idea de forzar las cosas tampoco me parece que de resultado. Pero si no se ni lo que quiero ni quien soy  no puedo estar indefinidamente pensando .

En fin, que es otra manera de verlo muy apetecible, igual la pruebo.
Por cierto, la autora es Talane Meidaner y está publicado en la editorial Urano.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Qué escribir

Cuando empecé a escribir el blog pensaba que me saldiran ideas por montones y que todos los días tendría algo que decir. Llegué a pensar que sería blogger profesional, me atraía la idea.

Ilusa de mi.

Escribir es muy dificil, más de lo que nadie se imagina. No es sólo el pánico al espacio en blanco. Es sensación de que escribir por escribir no sirve de nada, que si no eres original hasta la exageración  no eres nadie.

En este mundo, tan acelerado y cambiante (pedrón por el tópico), existe una intensa sensación de que se necesita diferenciación a toda costa, el que se sale del cuadro si sale en la foto. De ahí también la necesidad de encontrarme a mi misma porque ya no me reconozco.

Admiro, de verdad, a la gente a la que le salen las ideas de la punta de los dedos, yo no sabría escribir sobre casi de nada excepto el aburrido tema de mi incomodidad vital. Entiendo que para mí, desahogarme en el teclado puede ser terapéutico pero no imagino a quién puede de verdad interesar, salvo a los que me tienen cariño, espero.

Ser diferente no debería ser otra cosa que ser uno mismo, aunque sea tan dificil encontrarse. Tener capacidad de plantearse estas cosas puede ser un principio, pero no se de qué.

Se que puedo hacer algo que merezca la pena, pero veo más las trabas que el camino despejado.

Me gustaría tener otro ánimo y no ser siempre tan lastimera. Necesito un empujoncito o quizá un pescozón grande por no saber lo que tengo.

Debe ser la melancolia del otoño y mira que me gusta esta estación.

jueves, 13 de octubre de 2011

A punto de....

A punto de tirar la toalla
A punto de dar un golpe
A punto de soltar un grito
A punto de no saber respirar
A punto de olvidarme de todo
A punto de no creer ya en casi nada y menos en mi
A punto de dejarme vencer por el tedio
A punto de perder la compostura

No creo que se pueda caer más bajo.

Acabo de leer que quizá deberíamos dejar de luchar y que no saber lo que uno quiere es bueno porque no te condiciona y estás abierto a todas las posibilidades.
Entonces ¿hacia dónde voy?.

sábado, 1 de octubre de 2011

Sábado por la tarde

Sábado por la tarde en casa, melancolia sería un tópico pero es así. La tv aburre y estoy casada de leer. Tengo una película para esta noche espero que no me falle el dvd.

Y yo sigo pensando qué ha pasado con mi vida o qué está pasando o qué va a pasar. Ya no me gustan las cosas que me gustaban y no encuentro cosas nuevas para sustituirlas.

No sé que me hace escribir o escribo mecánicamente. Estoy a oscuras y no encuentro luz. No tengo a nadie a quien llamar y tengo una obligación que cumplir.

Qué depresión otoñal!

martes, 27 de septiembre de 2011

Un mes sin escribir

No hay excusa posible. Más de un més sin escribir es demasiado. Sigo sin tener claro qué clase de trabajo quiero. Porque esto se trata de encontrar ese objetivo que me mueva hacia delante. Tengo un montón de años de experiencia. A eso me agarro. Tendré que actualizarme, lo cual tampoco es malo.

El cuidado de mi madre da bastantes satisfacciones pero no puedo centrarme sólo en ella. Tengo que averiguar quién soy yo en realidad y que cosas quiero. Una buena manera sería preguntar a los que me conocen pero me da apuro. Quizá no quieran decirme la verdad, que es lo que yo necesito.

Hay mucha gente en mi situación y es normal sentirse desorientado. Ahora, de momento, voy a cuidar a mi madre. Mañana seguiré buscando mi camino. Que existe. Eso seguro.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Cansancio

He vuelto de viaje. Un viaje que necesitaba como el aire que respiro. Y me ha venido bien, he respirado un aire distinto y me he manejado en situaciones diferentes, Todo ha ido bien, incluso los pequeños malentendidos que siempre existen en los viajes, y que terminan por olvidarse.

Pero ha dido volver y entrar en modo cansera. Y no un cansancio físico, que tambien, y me preocupa. Es un cansancio de mi misma de mis neuronas locas, de mi pequeño mundo. No se si me explico.

Soy una perfecta desconocida para mi misma. Sencillamente, no se quien soy ni qué me gusta, ni qué no me gusta. Ni para qué valgo. Y todo aquello para lo que creía valer no es real. Y estoy cansada de mirar y de mirarme y de no ver nada. Y tengo miedo de que los demás descubran que no soy lo que ellos y ellas piensan de mi. .

Sé que no tendría que escribir estas cosas pero, ahora mismo, ni siquiera buscar el famoso ElDorado, llamado objetivo me sirve de ánimo.

Por cierto, Londres es una ciudad preciosa para verla como turista.
Ahí, una casa de Portobello Road.
Lo mejor de todo será echarle la culpa al calor.